Tarta de queso y membrillo (en thermomix y tradicional)

¡Comparte esta receta!

Facebook
Twitter
Pinterest
Telegram
WhatsApp

Esta tarta de queso y dulce de membrillo es una auténtica delicia, ya que el queso y el membrillo combinan a la perfección y si además la hacemos con dulce de membrillo casero queda una tarta espectacular (puedes ver la receta aquí).

Es una tarta muy fácil y sencilla de preparar, sin horno, te enseño a elaborarla en thermomix y tradicional, así que no tenéis excusas para no hacerla, un delicioso postre con el que disfrutar en familia o con amigos.

Espero que os animéis a probarla, no os arrepentiréis!

 

 

(Para un molde redondo desmontable de 20 cm)

 

Ingredientes:
Para la base:

200 grs. de galletas digestive o tipo maría.

120 grs. de mantequilla sin sal derretida.

 

Para el relleno:

300 grs. de queso crema (queso de untar tipo philadelphia).

150 grs. de azúcar.

2 sobres de cuajada (12 gramos).

500 ml. de leche entera.

 

Para la cobertura de membrillo:

300 grs. de dulce de membrillo troceado (si lo prefieres lo puedes hacer casero, puedes ver la receta aquí).

50 ml. de agua.

3 hojas de gelatina neutra.

12 mitades de nueces para decorar.

 

 

Preparación en thermomix:

(Forramos la base del molde con papel de hornear y engrasamos las paredes con un poquito de aceite de girasol o spray desmoldante).

Ponemos en el vaso las galletas junto con la mantequilla y programamos 30 segundos, velocidad 6.

Echamos la mezcla de galletas en el molde, repartimos por toda la base y alisamos bien ayudándonos con la base de un vaso, metemos en la nevera mientras seguimos con la receta.

Sin lavar el vaso, echamos todos los ingredientes del relleno (el queso crema, el azúcar, los sobres de cuajada y la leche), programamos 10 segundos, velocidad 6, seguidamente programamos 8 minutos, temperatura 90°, velocidad 4.

Vertemos la mezcla en el molde sobre una cuchara para que al caer no rompa la base de galletas y dejamos que enfríe un poco a temperatura ambiente, luego tapamos y metemos en la nevera mínimo 4 horas.

 

 

Preparación de la cobertura de membrillo:

Sumergimos las hojas de gelatina en un recipiente con agua fría para que se hidraten, reservamos.

Ponemos en el vaso el dulce de membrillo junto con el agua y programamos 4 minutos, temperatura 70°, velocidad 3.

Una vez finalizado el tiempo incorporamos las hojas de gelatinas bien escurridas y programamos 10 segundos, velocidad 2.

Vertemos sobre la tarta, con la ayuda de una cuchara o espátula repartimos bien por toda la superficie, metemos en la nevera hasta el día siguiente.

Al día siguiente, desmoldamos y decoramos a nuestro gusto, yo la he decorado con unas mitades de nueces que le va genial al dulce de membrillo.

 

 

Preparación tradicional:
Preparación de la base:

Trituramos las galletas en un procesador de alimentos, añadimos la mantequilla derretida y mezclamos.

Ponemos papel de horno en la base del molde y engrasamos las paredes con un poquito de aceite de girasol o spray desmoldante, echamos la mezcla de galletas, extendemos por toda la base y alisamos bien ayudándonos con la base de un vaso, metemos en la nevera mientras seguimos con la receta.

 

 

Preparación del relleno:

Echamos en un cazo el queso crema, el azúcar, los sobres de cuajada y la leche, ponemos a fuego medio y sin dejar de remover dejamos hasta que se integren todos los ingredientes y quede una mezcla lisa y sin grumos (no tiene que hervir).

Retiramos del fuego y vertemos en el molde sobre una cuchara para que al caer no rompa la base de galletas y dejamos que enfríe un poco a temperatura ambiente, luego tapamos y metemos en la nevera un mínimo de 4 horas.

 

 

 

Preparación de la cobertura de membrillo:

Sumergimos las hojas de gelatina en un recipiente con agua fría para que se hidraten, reservamos.

Ponemos en un cazo el dulce de membrillo junto con el agua, ponemos a fuego medio y sin dejar de remover dejamos hasta que se disuelva el dulce de membrillo y quede una mezcla lisa y sin grumos (no tiene que hervir), añadimos las hojas de gelatina bien escurridas y mezclamos hasta que se disuelvan por completo.

Vertemos sobre la tarta, con la ayuda de una cuchara o espátula repartimos bien por toda la superficie, metemos en la nevera hasta el día siguiente.

Al día siguiente, desmoldamos y decoramos a nuestro gusto, yo la he decorado con unas mitades de nueces que le va genial al dulce de membrillo.

 

 

Deja un comentario