Naranjas confitadas (muy fáciles de hacer)

Hoy os enseño como hacer naranjas confitadas, para el roscón de reyes, bizcochos y otros dulces, perfectas para emplear en la repostería.

Prepararlas es mucho más fácil de lo que puedes imaginar, solo se necesitan naranjas, azúcar y agua, así que no hay excusas para no hacerlas, lo más complicado de está receta, si es que así se puede llamar, es cortar las naranjas en rodajas, hay que procurar que queden de igual grosor de principio al final, pero esto se soluciona con un cuchillo bien afilado, el resto del proceso no tiene ningún secreto.

A mi personalmente me gusta conservarlas en su almíbar, pero también las puedes secar, cuando estén hechas las ponemos a secar sobre una rejilla durante 12 horas, si no podemos esperar tanto tiempo para que se sequen, las ponemos sobre una bandeja de horno forrada con papel de hornear y metemos en el horno precalentado a 130° grados, de 35 a 40 minutos, una vez secas las podemos rebosar en abundante azúcar y conservarlas en la nevera bien tapadas.

Os ánimo a preparar estás deliciosas naranjas confitadas, os encantará!

Ingredientes:

3 naranjas grandes.

300 ml. de agua.

600 grs. de azúcar.

Preparación:

Lavamos bien las naranjas y las secamos, cortamos en rodajas y reservamos.

Ponemos a fuego medio una olla o perol (preferiblemente baja y ancha, para que las naranjas queden lo más extendidas posible), con el agua y el azúcar, dejamos hervir hasta que el azúcar se disuelva por completo.

Una vez el azúcar disuelto, añadimos las rodajas de naranjas y dejamos cocer a fuego medio, tapamos los primeros 20 minutos.

Pasado el tiempo, destapamos y dejamos cocer 40 minutos más, (mientras las cocemos no le daremos la vuelta, son muy frágiles y se rompen con facilidad, con sólo mover la olla o perol de vez en cuando es más que suficiente, no se pegaran, el almíbar ayudará a que eso no pase).

Estarán listas cuando estén tiernas y se haya formado un almíbar espeso.

Retiramos del fuego y ponemos las rodajas de naranjas en un recipiente de cristal, cubrimos con en almíbar y dejamos enfriar por completo.

Una vez frías, tapamos y metemos en la nevera hasta que las vayamos a utilizar, (se conservan en la nevera bien tapadas de 2 a 3 meses).