La leche frita es un postre delicioso muy típico de España, sobre todo del norte, que se suele consumir en época de carnaval y cuaresma.
Su elaboración es muy fácil y rápida, no tiene ninguna complicación y queda con una textura muy cremosa.
Se necesitan pocos ingredientes y muy básicos para hacerla, obteniendo un postre perfecto que gustará a todos.
Espero que os animéis a probarla y os guste tanto como a mí!
(Salen 20 porciones, según del tamaño que las cortes te saldrán más o menos)
Ingredientes:
1 litro de leche entera.
4 yemas de huevo L.
140 grs. de fécula o harina fina de maiz (maizena).
140 grs. de azúcar.
La cáscara de un limón en tiras.
La cáscara de una naranja en tiras.
1 palo de canela.
3 clavos de olor.
Para el rebozado:
3 huevos L.
100 grs. de fécula o harina fina de maiz (maizena).
Aceite para freír.
Azúcar y canela molida para rebozar.
Preparación:
Engrasamos el molde con un poco de mantequilla y reservamos.
Ponemos en un cazo la leche, las tiras de limón y naranja, el palo de canela y los clavos de olor, llevamos a ebullición y cuando hierva retiramos del fuego, tapamos el cazo y dejamos infusionar 30 minutos.
Pasado el tiempo colamos la leche y dejamos templar.
En un bol amplio echamos el azúcar junto con la maizena y mezclamos.
Añadimos las yemas y mientras mezclamos incorporamos la leche templada poco a poco hasta integrarla por completo, seguimos mezclando hasta que no quede grumos.
Vertemos en el mismo cazo pasándola por un colador, ponemos a fuego medio, removemos continuamente hasta que hierva y espece.
Retiramos del fuego y vertemos en el molde, alisamos la superficie y cubrimos con papel transparente (film) de forma que esté en contacto con toda la superficie de la leche frita (así evitaremos que se seque la parte superior y se haga costra), dejamos enfriar por completo a temperatura ambiente y metemos en la nevera hasta el día siguiente.
Al día siguiente desmoldamos sobre papel de hornear y cortamos en porciones cuadradas.
Batimos los huevos, echamos la maizena en un plato y ponemos un perol al fuego con abundante aceite.
Vamos pasando las porciones primero por la maizena y luego por el huevo batido, las freímos hasta que estén doradas y las ponemos sobre papel absorbente de cocina para retirar el exceso de aceite.
Mezclamos el azúcar con la canela molida a nuestro gusto y rebozamos la leche frita por los dos lados, dejamos enfriar por completo y ya las tendremos listas para disfrutarlas.
Las podemos comer sola o acompañada con nata montada, mermelada de frutos rojos, fresas o frambuesas.