Cheesecake de fresa (sin horno)

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La tarta de queso o cheesecake es uno de mis postres favoritos, además de la receta tradicional de la tarta de queso que todos conocemos, es posible añadir diferentes sabores que combinan espectacularmente bien con el queso, como puede ser en esta ocasión las fresas, además con la fruta conseguimos darle más sabor y dulzor natural a las tartas.

Está receta se hace sin necesidad de usar el horno, así que viene genial para hacerla en verano, que tanto apetece postres fríos sin pasar calor haciéndolos.

Es una receta muy fácil y sencilla de preparar, lleva una base crujiente de galletas, un suave relleno de queso y fresas tipo mousse, cubierta por una deliciosa mermelada de fresa que hará las delicias de los más golosos.

Os ánimo a probar está deliciosa tarta, es perfecta como postre de una comida o cena familiar o con amigos, a tus invitados les encantará y seguro que repetirán!

 

 

 

(Para un molde redondo desmontable de 18 cm)

 

Ingredientes:
Para la base de galletas:

180 grs. de galletas digestive o tipo maría.

80 grs. de mantequilla sin sal derretida.

 

Para el relleno:

350 grs. de fresas.

150 grs. de azúcar.

250 grs. de queso crema frío (queso de untar tipo philadelphia).

200 ml. de nata para montar o crema para batir muy fría (35% M.G).

45 ml. de agua fría.

10 grs. de gelatina o grenetina en polvo sin sabor.

Colorante alimentario rojo o rosa en pasta o en gel (opcional).

 

Para la cobertura de fresa:

180 grs. de mermelada de fresa.

20 ml. de agua fría.

1 Cdta. de gelatina o grenetina en polvo sin sabor.

 

Para decorar:

2 fresas.

Virutas de chocolate blanco.

 

 

 

Preparación de la base de galletas:

Trituramos las galletas en un procesador de alimentos, añadimos la mantequilla derretida y mezclamos.

Forramos con papel de horno la base del molde y engrasamos las paredes con un poquito de aceite de girasol, (si usas un molde de silicona como el mío, no hace falta poner papel de horno en la base del molde ni engrasar las paredes) echamos la mezcla de galletas en el molde y repartimos por toda la base, alisamos bien ayudándonos con la base de un vaso, metemos en la nevera mientras seguimos con la receta.

 

Preparación del relleno:

Echamos la gelatina en polvo en el agua fría, mezclamos bien y dejamos reposar 10 minutos, pasado el tiempo la gelatina ya habrá absorbido todo el agua, si es así la derretimos en el microondas de 10 a 15 segundos, reservamos.

En un bol echamos las fresas troceadas y trituramos con una batidora de brazo (minipimer) hasta hacer un puré, añadimos la gelatina reservada, mezclamos hasta integrarla, (reservamos a temperatura ambiente).

Batimos el queso crema unos segundos para ablandarlo, agregamos la nata muy fría junto con el azúcar y batimos hasta montar la mezcla por completo.

Añadimos la fresas trituradas que tenemos reservada y mezclamos con una espátula con movimientos envolventes hasta integrarlas, mientras mezclamos añadimos el colorante alimentario poco a poco hasta conseguir el color deseado, (el colorante alimentario es opcional, solo es para darle un color más intenso a la tarta).

Vertemos en el molde sobre la base de galletas, alisamos la superficie y metemos en la nevera un mínimo de 2 horas.

 

 

Preparación de la cobertura de fresa:

Echamos la gelatina en polvo en el agua fría, mezclamos bien y dejamos reposar 10 minutos, pasado el tiempo la gelatina a absorbido todo el agua, derretimos en el microondas de 5 a 8 minutos, cuando esté totalmente derretida vertemos sobre la mermelada y mezclamos bien.

Vertemos sobre la tarta y con la ayuda de una cuchara o espátula la extendemos bien por toda la superficie, metemos en la nevera hasta el día siguiente.

Al día siguiente, desmoldamos la tarta y la decoramos a nuestro gusto con las fresas y las virutas de chocolate blanco.

 

 

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