Bundt cake de ricotta y limón

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Esté bizcocho de queso ricotta y limón os encantará,  tiene una textura tierna y esponjosa,  el queso le aporta suavidad a la miga y el limón un aroma delicioso,  acompañado de un suave y cremoso glaseado de queso que hará de éste bizcocho una auténtica delicia.

Es perfecto para desayunar o merendar en familia o con amigos,  seguro que les gustará a todos!

Espero que os animéis a preparar esta delicia y os guste tanto como a mí!

 

 

(Para un molde de corona de 24 cm)

 

Ingredientes:

290 grs. de harina de trigo.

2 sobres dobles de gasificante.

3 huevos L a temperatura ambiente.

105 ml. de aceite de oliva suave o girasol.

300 grs. de azúcar.

La ralladura de dos limones.

Una pizca de sal.

250 grs. de queso ricotta a temperatura ambiente.

 

Ingredientes para el glaseado de queso:

100 grs. de queso crema (queso de untar) a temperatura ambiente.

200 grs. de azúcar glas.

1 Cda. sopera de leche entera.

 

 

 

Preparación:

Batimos los huevos junto con el azúcar y la pizca de sal a velocidad media, 5 minutos.

Añadimos el aceite poco a poco mientras batimos.

Agregamos el queso ricotta ligeramente batido y batimos hasta integrarlo.

Añadimos la ralladura de los limones y batimos hasta integrarla.

Tamizamos la harina junto con los gasificantes y agregamos a la mezcla,  batimos a la velocidad más baja que tenga la batidora hasta integrarlas.

Engrasamos el molde, vertemos la masa y metemos en el horno precalentado a 170° grados,  de 45 a 50 minutos.

Comprobamos que está hecho pinchando con un palito, debe de salir limpio, de no ser así, dejamos unos minutos más.

Sacamos del horno y dejamos reposar sobre una rejilla 15 minutos.

Pasado el tiempo,  desmoldamos sobre la rejilla y dejamos enfriar por completo.

 

 

Preparación del glaseado de queso:

En un bol echamos el queso crema junto con el azúcar glas y mezclamos muy bien con unas varillas de manos, hasta conseguir una textura suave,  cremosa y sin grumos.

Añadimos la leche y volvemos a mezclar, tiene que quedar una consistencia espesa, que al levantar las varillas caiga y se quede marcado en la mezcla.

Echamos en forma de zig zag por encima del bizcocho,  le damos unos golpesitos para que el glaseado caiga por los lados del bizcocho.

Por último,  decoramos a nuestro gusto,  yo lo he decorado con medias rodajas de limón y cerezas confitadas.

 

 

 

 

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